Vamos a dar un paseo por el
Albaicín y lo voy a dividir en tres partes, por cada una de ellas iniciaremos
el recorrido por un lugar diferente:
- Albaicín I: comenzaremos por Plaza Nueva y veremos desde la Carrera del Darro hasta la calle San Juan de los Reyes, con sus calles perpendiculares entre ambas, y acabaremos en el Paseo de los Tristes.
- Albaicín II: entraremos por el Arco de Elvira y recorreremos toda la calle subiendo por la calle Caldereria Nueva y llegando hasta la Cuesta del Chapiz.
- Albaicín I: comenzaremos por Plaza Nueva y veremos desde la Carrera del Darro hasta la calle San Juan de los Reyes, con sus calles perpendiculares entre ambas, y acabaremos en el Paseo de los Tristes.
- Albaicín II: entraremos por el Arco de Elvira y recorreremos toda la calle subiendo por la calle Caldereria Nueva y llegando hasta la Cuesta del Chapiz.
- Albaicín III: empezaremos por la Iglesia de San Ildefonso subimos por la Cuesta Alhacaba para ir a la Puerta Monaita, recorrer todo el Albaicín alto hasta la Iglesia de San Cristóbal y llegar hasta la Plaza Aliatar.
Ya en Plaza Nueva, el río queda
cubierto. El cubrimiento del río Darro produjo un cambio radical en la imagen
urbana de la ciudad, ocultando –en el menor de los casos–, o destruyendo los 13
puentes, musulmanes y cristianos, con los que contó el río a su paso por la
ciudad.
Se conservan cinco puentes en la
actualidad, desde Plaza Nueva: El embovedado del rio Darro (al lado de la
iglesia de Santa Ana, no se considera puente pues es donde se cubre el rio
Darro hasta juntarse con el Genil , al final de la Acera del Darro, en el
Puente de Piedra); Puente del Cadí o antigua puerta de los Tableros (en
realidad no es un puente); Puente de Cabrera (frente a la Cuesta de Santa
Inés); Puente de Espinosa, que comunica el barrio del Albaicín con el barrio de
la Churra (frente a la Casa de Castril); Puente de las Chirimías (al principio
del Paseo de los Tristes) y Puente del Aljibillo (para subir por la Cuesta de
los chinos a la Alhambra). Ya los iremos detallando durante el recorrido.
Dicen algunos que es uno de los
paseos más románticos y bellos del mundo, y no se equivocan. La Carrera del
Darro y el Paseo de los Tristes –como se conoce popularmente, aunque su nombre
auténtico es el de Paseo del Padre Manjón– permiten al caminante relajarse
sentado en alguna de las terrazas o muros que bordean el río y deleitarse con
perspectivas magníficas de la Alhambra. Es una estampa de ensueño en la que se
han inspirado muchos escritores para crear sus grandes obras literarias. La
Carrera del Darro es un lugar pintoresco en el que nos vamos a encontrar en no
muchos metros con monumentos históricos, hoteles con encanto, restaurantes,
tabernas, pubs, tiendas de artesanía... un paseo en el que los amaneceres y
anocheceres con la Alhambra como testigo de honor son únicos.
Vamos a iniciar este paseo en Plaza Nueva, es del Siglo XVI.
Esta plaza se construyó para
cubrir el río Darro, que fluye por debajo, para crear más espacio en la ciudad.
Los cristianos la llamaron 'Nueva' porque fue la primera plaza que crearon allá
por el siglo XVI. Querían cubrir el río, un lugar donde ya existían varios
puentes, puesto que antaño había, en el lugar que ocupa, un puente de
al-Hattabin (Puente de los leñadores) sobre el río, para unir la plaza de San
Gil con la actual de los Cuchilleros o Cuchillería, pero que no era suficiente
para dar paso a todo el tráfico que subía y bajaba entre la ciudad y la
Alhambra. En 1499 se ensanchó ese puente con un arco de ladrillo hecho por Alí
de Mediana. Y en agosto de 1506 se autorizó la formación de la plaza. Así, se
terminó por embovedar una ancha superficie que formó este gran espacio público.
Convirtiéndose en uno de los centros más importantes de Granada, donde se
celebraban torneos y corridas de toros, así como ejecuciones públicas.
En la plaza hay una gran fuente posiblemente una de las más bellas y artísticas de
toda Granada, y, que se sepa, está aquí desde al menos 1881, si bien es
claramente anterior por su estilo. Hecha en piedra gris de aspecto casi
marmóreo, luce un gran pilón octogonal con el peculiar aspecto de “pecho de
paloma” en los bordes, más cuatro graciosas cazoletas en los lados menores,
para recoger el agua. Su armonioso balaustre recuerda un ánfora romana, orada
con sencillos relieves semiesféricos. Las leves ondulaciones del borde de la
primera taza dejan caer el líquido con notable elegancia. El siguiente
pedestal, con forma de pie de copa, sostiene una segunda taza invertida
respecto a la inferior, y rematada por una graciosa granada surtidora.
Al lado está la Plaza de Santa Ana. Está
junto con Plaza Nueva, que no sabría decir si es una plaza en sí, o forma parte
de Plaza Nueva. En ella está, como su nombre indica, la Iglesia de Santa Ana y
en un lateral se colocó el Pilar del Toro que antiguamente estaba en la calle
Elvira. Aquí también encontramos La Real Chancillería.
Desde ella ya se comienza a ver la Alhambra, en concreto la
Torre de la Vela.

La Real Chancillería: cuya construcción comenzó en 1530. El patio
de la Real Chancillería fue creación de Diego Siloé hacia 1540, mientras que su
fachada, influencia del manierismo italiano, con muchos y variados elementos
decorativos, es un primer apunte del barroco que empezaba a introducirse en
España.
La creación de la Real Chancillería formó parte del amplio programa de burocratización llevado a cabo en Granada después de su conquista, convirtiéndola en la ciudad con mayor concentración de instituciones ligadas a la monarquía hispana durante el gobierno de los Reyes Católicos y el emperador Carlos. Establecida en 1505, después de que la Audiencia Real de Castilla fuese dividida en dos chancillerías, tuvo jurisdicción sobre la mitad sur peninsular.
La creación de la Real Chancillería formó parte del amplio programa de burocratización llevado a cabo en Granada después de su conquista, convirtiéndola en la ciudad con mayor concentración de instituciones ligadas a la monarquía hispana durante el gobierno de los Reyes Católicos y el emperador Carlos. Establecida en 1505, después de que la Audiencia Real de Castilla fuese dividida en dos chancillerías, tuvo jurisdicción sobre la mitad sur peninsular.
La magnífica fachada principal del edificio trazada por Francisco del Castillo y finalizada en 1587, es manierista, pero acoge gran cantidad de elementos que preconizan claramente el Barroco, es una aportación excepcional a la arquitectura pública del reinado de Felipe II, cuya monumentalidad se realza en el marco urbano de Plaza Nueva, ampliada en el siglo XVI. Es este edificio una de las obras maestras de Granada más significativas de su época.
Dividida la fachada en dos
grandes niveles, en el inferior destaca la grandiosa portada de piedra gris de
Sierra Elvira, con tres puertas: la central, mucho más grande y majestuosa que
las laterales, consiste en un gran arco de medio punto enmarcado entre firmes
pilastras, con dobles pares de columnas corintias adosadas, de fuste acanalado,
apoyadas sobre pedestales realzados de piedra. Por encima, de un frontón
triangular partido parece emerger una cartela con la inscripción alusiva a la
fundación y embellecimiento del palacio por Felipe II, que, en resumen, declara
su intención de crear en Granada un lugar adecuado para impartir justicia
dignamente.
Las portadas laterales son de menores dimensiones, enmarcadas entre pilastras y protegidas por frontones semicirculares. En el segundo tramo, diferenciado mediante una gran cornisa que abarca toda la horizontal, destaca un gran ventanal central, rematado por un enorme escudo de España flanqueado por las figuras de dos Virtudes: la Fortaleza y la Justicia, reposando simétricamente sobre un frontón semicircular quebrado.
Las portadas laterales son de menores dimensiones, enmarcadas entre pilastras y protegidas por frontones semicirculares. En el segundo tramo, diferenciado mediante una gran cornisa que abarca toda la horizontal, destaca un gran ventanal central, rematado por un enorme escudo de España flanqueado por las figuras de dos Virtudes: la Fortaleza y la Justicia, reposando simétricamente sobre un frontón semicircular quebrado.
El acceso al palacio se realiza a
través de un amplio vestíbulo con cinco arcos sobre gradas que salvan el
desnivel natural del terreno. A continuación, desembocamos en el hermoso y
amplio patio clasicista, ejecutado hacia 1540, totalmente peristilado, con
galería doble en las dos alturas y caracterizado por una gran luminosidad
(atribuido a un diseño propuesto por Diego de Siloé). La planta baja exhibe
arcos toscanos de piedra gris de Sierra Elvira, y la superior un entablamento
cuyo peso reposa sobre zapatas apoyadas en columnas sobre pedestales. La antigua
cárcel manifiesta, por otro lado, una curiosa articulación entre sus dos
patios, situados a diferente altura, tal vez debido a reajustes del nivel del
suelo. Lo más famoso de la Chancillería, sin embargo, es su bella escalera
monumental –de tres tramos y cubierta con una magnífica armadura de artesas
original– construida en 1578.
Detrás del edificio se construyó
una cárcel en el siglo XVII que fue utilizada hasta finales del XIX.
En la actualidad es la sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
Real Chancillería del siglo XVI |
Portada manierista |
Escalera monumental de 1578 |
Patio clasicista de 1540 |
Enfrente encontramos el Pilar del Toro: Es de mediados del siglo XVI y la última obra de Diego de Siloé. En la actualidad ocupa un ángulo de Plaza Nueva entre el costado de los juzgados y el atrio de la iglesia de Santa Ana y S. Gil. Pero no siempre estuvo aquí. Estaba situado con anterioridad en el encuentro de las calles de cárcel Baja y de Elvira, junto al comienzo de la Calderería. En 1940 se trasladó aquí. Es un pilar realizado en piedra de Sierra Elvira.
Su diseño es sencillo pero muy
elegante. Consta de una pila rectangular con la característica tendencia
panzuda de la parte inferior y remate en cuarto de bocel. El frontal de pilar
presenta dos originales figuras masculinas semidesnudas, de cuerpo entero,
sentadas casi simétricamente en el borde del pilar, con las piernas cayendo
fuera del pilón. Sobre sus fornidos hombros sostienen dos cántaros de donde
surgen los caños de agua. En medio, presidiendo el conjunto, destaca una
fabulosa talla en piedra de una cabeza de toro, enmarcada por dos lápidas
laterales, y de cuyo hocico surgen otros dos caños surtidores (en lugar de por
la boca, como suele ser). Abajo un bajorrelieve acoge una pareja de peces en
movimiento. Un escudo de Granada antiguo, coronado con volutas y un jarrón con
flores y frutas, remata el conjunto de esta bellísima fuente urbana.
Antes le llamaban de los
almizcleros y se surtía con agua de Valparaíso.
Pilar del Toro del siglo XVI de Diego de Siloé |
Pilar del Toro con la Iglesia de Santa Ana |
Al lado está la Iglesia de San Gil y
Santa Ana (1501 - 1537) en la plaza de Santa Ana.
Se llama realmente Iglesia de San
Gil y Santa Ana pero se le conoce como Iglesia de Santa Ana, forma parte del conjunto de las interesantes
iglesias mudéjares de la ciudad; se sitúa junto a la Ribera del Darro, en el
amplio espacio dominado por la Plaza Nueva. Construida durante la primera mitad
del siglo XVI.
Se erige en el año 1537 según
proyecto de Diego de Siloé, en el solar donde anteriormente se encontraba un
oratorio islámico, la mezquita Al-jama Almanzora, y consta básicamente de una
sola nave a la que se le adosan capillas laterales y una excelente Capilla
Mayor. De aquella anterior mezquita se conserva hoy su alminar, una
bella torre de ladrillo de gran esbeltez, donde se superponen hasta cuatro
tramos de huecos centrados en su cara principal, sabiamente organizados de
menor a mayor en su orden de altura, todos con sutiles elementos decorativos a
modo de alfiz que los enmarcan superiormente. Entre las imágenes que posee sobresale una Dolorosa de José de Mora
realizada en el año 1671.
La portada queda emplazada en el
centro tras una amplia grada y realizada en estilo renacentista, esta portada
está formada por un alto arco de medio punto flanqueado entre columnas de orden
corintio de fuste estriado y sobre basamento, que soportan una cornisa sobre
las que se sitúan tres hornacinas con imágenes, y sobre ellas un medallón o
tondo con la imagen de la Virgen y el Niño.
Esta Iglesia donde conviven el
mudéjar y el renacimiento, está considerada como Bien de Interés Cultural.

Iglesia de Santa Ana Portada renacentista Torre, alminar mudéjar
Iglesia de Santa Ana Portada renacentista Torre, alminar mudéjar
Y aquí comienza la calle más
bonita de Granada, la Carrera del Darro, la
calle actual data del s. XVII, en el cual, a causa de los destrozos producidos
en 1509 por la voladura de un polvorín que había junto a la Iglesia de San
Pedro y San Pablo, se derribó parte de la muralla que por aquí corría y se
modificó la dirección del cauce del río, ensanchándose la calle.
Se da este nombre a todo el
margen izquierdo del río Darro, hasta el Paseo de los Tristes. No hay que confundirlo
con la Acera del Darro que es la calle que va desde Puerta Real hasta el rio Genil.
Es una de las calles con más
solera de la antigua y actual Granada. Abierta después de la Reconquista, sigue
el trazado de una antigua muralla de la época árabe que corría paralela al río.
De ella salen dos puentes que cruzan el Darro, y comunican la Alhambra y el
barrio de Almanzora. Empinadas calles descienden desde el barrio del Albaicín
en un intrincado laberinto. Durante toda la Carrera es posible contemplar edificios
con portadas de los siglos XVI y XVII y restos de casas árabes.
Ya en Plaza Nueva, el rio queda
cubierto. El cubrimiento del río Darro produjo un cambio radical en la imagen
urbana de la ciudad, ocultando –en el menor de los casos–, o destruyendo los 13
puentes, musulmanes y cristianos, con los que contó el rio a su paso por la
ciudad.
Se conservan cinco puentes en la
actualidad, desde Plaza Nueva: El embovedado del rio Darro (al lado de la
iglesia de Santa Ana, no se considera puente pues es donde se cubre el rio
Darro hasta juntarse con el Genil , al final de la Acera del Darro, en el
Puente de Piedra); Puente del Cadí o antigua puerta de los Tableros (en
realidad no es un puente); Puente de Cabrera (frente a la Cuesta de Santa
Inés); Puente de Espinosa, que comunica el barrio del Albaicín con el barrio de
la Churra (frente a la Casa de Castril); Puente de las Chirimías (al principio
del Paseo de los Tristes) y Puente del Aljibillo (para subir por la Cuesta de
los chinos a la Alhambra). Ya los iremos detallando durante el recorrido.
Dicen algunos que es uno de los
paseos más románticos y bellos del mundo, y no se equivocan. La Carrera del
Darro y el Paseo de los Tristes –como se conoce popularmente, aunque su nombre
auténtico es el de Paseo del Padre Manjón– permiten al caminante relajarse
sentado en alguna de las terrazas o muros que bordean el río y deleitarse con
perspectivas magníficas de la Alhambra. Es una estampa de ensueño en la que se
han inspirado muchos escritores para crear sus grandes obras literarias. La
Carrera del Darro es un lugar pintoresco en el que nos vamos a encontrar en no
muchos metros con monumentos históricos, hoteles con encanto, restaurantes,
tabernas, pubs, tiendas de artesanía... un paseo en el que los amaneceres y anocheceres
con la Alhambra como testigo de honor son únicos.
Y nada más entrar en la Carrera del Darro tenemos –en la
orilla opuesta al río– la calle Pisas en la que con sólo andar unos metros nos
ponemos delante de la Casa de los Pisas, que alberga el museo de San Juan de
Dios, quien murió en una de sus habitaciones.
Casa de los Pisa, Museo de San Juan de Dios. Edificio
del siglo XVI, con portada gótica y patio.
La Casa de los Pisa, donde se encuentra el Museo de
San Juan de Dios, fue construida por la familia Pisa en el siglo XV, poco
después de que los Reyes Católicos tomaran la ciudad.
Los Pisa
eran una familia adinerada y con cargos importantes en aquella época. Pero
la familia se hace famosa por acoger a San Juan de Dios en su casa para curarlo
de una neumonía, el santo no se recuperó y murió el 8 de marzo de 1550. La casa
quedó sacralizada por el acontecimiento.
Destacan
en su fachada el dibujo del alfiz adovelado tanto de la portada como del balcón
superior, y el alero de modillones que la protege. Esta fachada fue una de las
primeras de la ciudad en concebirse según los nuevos cánones renacentista,
aunque todavía con influencia de la arquitectura bajomedieval castellana. La
heráldica pertenece a los Pisa y a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios,
cuyo fundador, a quien se dedica un museo en el interior, falleció en esta casa
en 1550.
En el siglo XIX el edificio fue
adquirido por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, considerándolo uno de
los elementos más importantes de su patrimonio.
El Museo de San Juan de Dios tiene doce
salas, tres galerías, un precioso patio y una capilla.
El museo posee gran cantidad de pinturas, piezas de
orfebrería, muebles, porcelanas y toda la iconografía de San Juan de Dios,
acoge más de 3000 piezas, entre las que se exhiben sus objetos personales. Este
museo está considerado como una valiosa pieza de la historia y es el más
importante en su género en toda Andalucía. El archivo del museo contiene
importantes documentos sobre la gestión de los hospitales
Cabe destacar los marfiles (crucifijos y vírgenes),
Niños Jesús de los siglos XV al XVIII, pinturas de la escuela hispano-flamenca
del siglo XVI, orfebrería, porcelanas y ornamentos sagrados de gran calidad
artística, que los hermanos de la Orden han ido recopilando con los
años.
Casa de los Pisa |
Patio empedrado con fuente e imagen de San Jan de Dios |
En el lateral izquierdo de la
Casa-museo de San Juan de Dios (Casa de los Pisa) está la Capilla del
Tránsito de San Juan de Dios y al lado de la Casa de los Pisa se encuentra
la
Residencia de San Juan de Dios, a las espaldas se encuentra un
relieve de San Juan de Dios rodeado de los más desfavorecidos.
![]() |
Capilla del Tránsito de San Juan de Dio |
Escultura de San Juan de Dios en la Residencia |
Al inicio de la Carrera del Darro se puede apreciar el arranque del embovedado del rio Darro ubicada junto a la Iglesia de Santa Ana. Esta parte del embovedado no corresponde con las obras realizadas a lo largo del siglo XVI, en Plaza Nueva, ubicada más abajo, sino a la remodelación de la inmediata plaza de Santa Ana, llevada a cabo tras los graves destrozos de la inundación de 1835. Data de 1860, que ya seguirá así pasando por plaza Nueva, calle Recogidas, Puerta Real y Acera del Darro hasta llegar al rio Genil, junto al Puente de piedra de la época zirí.
El
cubrimiento del río Darro produjo un cambio radical en la imagen urbana de la
ciudad, ocultando –en el menor de los casos–, o destruyendo los 13 puentes,
musulmanes y cristianos, con los que contó el rio a su paso por la ciudad.
Embovedado del rio Darro de 1860 |
Seguimos por la Carrera del Darro y en el nº 9 está el Hotel Palacio Mariana Pineda del Siglo
XVII.
Fue la vivienda familiar de dicha
heroína nacida el 1 de septiembre de 1804. Conserva un magnífico patio central
en el que destaca un maravilloso pilar con escudo original de dicha época, se
supone su parte inferior obra de Diego de Siloé (siglo XVI) y la superior del año
1644 construido por la familia nobiliaria de los Pisa. Desde el luminoso patio
principal se accede a los distintos salones originales y a las cinco
dependencias, la mayoría de ellas con espectaculares vistas a la Alhambra y al
emblemático Río Darro. Con el citado Patio central se comunica la impresionante
Bodega en ladrillo visto donde se conserva un antiquísimo pozo, que recogía las
aguas del Río Darro.
En su fachada hay una placa que reza lo siguiente:
“En
recuerdo de Doña Mariana de Pineda que murió en defensa de la libertad. El
Excmo. Ayuntamiento de Granada le dedica este homenaje en su casa familiar, con
motivo del bicentenario de su nacimiento, que tuvo lugar el 1 de septiembre de
1804. Granada 1 de septiembre de 2004″.
Fachada del Hotel Palacio Mariana Pineda |
Portada con escudo |
Patio con pilar y fuente central |
pilar con escudo |
Al lado del Hotel Palacio de Mariana Pineda está la Cuesta de Aceituneros, y el nº 6 ese encuentra el Hotel Casa del Capitel Nazarí, del siglo XVI.
Está ubicado en un antiguo palacete renacentista construido en el 1503. Rodeados por dinteles y columnas toscanas, capiteles corintios, bigas arábigas de cromo, un techo de madera decorado en estilo renacentista y dos columnas romanas, pero sobre todo esto destaca un hermoso capitel Nazarí tallado en alabastro, considerado como una pieza arquitectónica única en el mundo y al que debe su nombre el hotel.
Sobre las columnas se apoyan vigas de
madera originales del siglo XVI que sustentan las plantas primera y segunda.
La rehabilitación de este hotel se ha
llevado a cabo cuidando con mimo los materiales originales para conservar el
ambiente original del siglo XVI.
El hotel Casa del Capitel Nazarí ha sido el único de Granada galardonado con el “Premio al Prestigio turístico 2006” otorgado por el Ayuntamiento de Granada a petición de la Federación de Hostelería de Granada.
Enfrente está la calle Benalúa donde se encuentra la Casa de los Migueletes, también convertido en hotel, llamado Hotel Casa 1800. Siglos XVI-XVII. Mudéjar. Manierismo. Barroco.
Edificio
de finales del siglo XVI, con reformas posteriores, cuyo nombre hace referencia
a su pasado uso como cuartel de milicia.
Una sencilla portada de sillar rústico almohadillado da paso a un largo zaguán, interrumpido por un pequeño patio, que permite acceder al patio principal, porticado en dos de sus lados. En éste destacan las zapatas de acanto sostenidas por columnas toscanas de piedra en la planta baja, y jónicas de madera en la galería superior.
La caja de escalera se cubre con bóveda barroca encamonada. Una sala del primer piso se cubre con armadura morisca. El conjunto destaca por la integración de elementos clasicistas y mudéjares.
Una sencilla portada de sillar rústico almohadillado da paso a un largo zaguán, interrumpido por un pequeño patio, que permite acceder al patio principal, porticado en dos de sus lados. En éste destacan las zapatas de acanto sostenidas por columnas toscanas de piedra en la planta baja, y jónicas de madera en la galería superior.
La caja de escalera se cubre con bóveda barroca encamonada. Una sala del primer piso se cubre con armadura morisca. El conjunto destaca por la integración de elementos clasicistas y mudéjares.
Portada de sillar rústico almohadillado |
Patio de columnas toscanas |
Volviendo
a la Carrera del Darro en el nº 13, está
el Hotel el Ladrón de
Agua, es un palacete
del siglo XVI. El nombre se debe a un poema de un andaluz universal, Juan Ramón
Jiménez.
La
belleza de una arquitectura clásica en armonía con el nuevo arte y diseño. Destacan
el patio de columnas, la biblioteca o el aljibe-comedor.
La
fachada de este edificio está entera policromada con trampantojos, tiene dos plantas y torreón
en su lado izquierdo. Cada planta tiene tres balcones, siendo los de la primera
planta más grandes y con piedra labrada a su alrededor y farolillos en los
extremos.
En
su interior aparece un patio con columnas de mármol blanco y decorado muy
moderno en tonos blancos con una pequeña fuente en el centro de piedra negra,
la galería superior es de madera marrón oscura.


Continuando está el Puente de Cabrera, que une la Carrera del Darro con el barrio
de la Almanzora, entre el río y la cuesta de Gomérez, es uno de los pocos que
quedan en pie de los numerosos pasos que jalonaban el Darro a su paso por la
ciudad, hasta la construcción de los embovedados modernos, y que han coadyuvado
a forjar la imagen romántica de su cauce urbano.
Consta de un sólo arco,
ligeramente rebajado, con rosca de ladrillo y un alto pretil de mampostería y
encintados de ladrillo, Como el cercano puente de Espinosa, pudo haberse
construido al tiempo de la remodelación urbana de la Carrera del Darro, a
principios del siglo XVII, tras el estallido de un polvorín junto a la iglesia
de San Pedro, en 1590.
El Puente de Cabrera se encuentra
frente a la Cuesta de Santa Inés, y tiene un pequeño pilar.
En este punto comienza el goteo incesante de comercios con
recuerdos de Granada y de inmuebles que se mezclan con las casas antiguas,
conventos, iglesias y demás monumentos que hacen un hermoso guiño a la
historia.
Subiendo
por la calle que hay enfrente del Puente de Cabrera, calle Lavadero de Santa
Inés, nos encontramos a la derecha (paralela a la Carrera del Darro) la calle Cobertizo de Santa Inés, que pertenece a una casa
árabe de los siglos XIV-XV. Nazarí.
La
vivienda fue construida en el siglo XIV y hoy día es uno de los más bellos prototipos
de la arquitectura doméstica nazarí. Dos zaguanes dan entrada a la vivienda que
se distribuye entorno a un patio. En su origen la vivienda debió tener una sola
planta. Pero en el siglo XV sufrió una radical transformación, añadiéndose una
segunda planta.
En
el patio se dispone una alberca rectangular y una fuente octogonal de época
cristiana colocada bajo el vano central del pórtico.
La
crujía meridional, sin pórtico, está formada por un cenador o sala estival,
abierta al patio mediante cinco arcos entre pilares, rectangulares los
centrales y cuadrados los extremos, este tipo de sala abierta por múltiples
vanos, sin puertas, es única entre la arquitectura doméstica nazarí conservada.
Las
reformas del siglo XV, debido a la densificación urbana de la zona o a un uso
más intensivo de la casa, afectaron radicalmente a todo el conjunto de la
vivienda.
Las
reformas posteriores de la casa datan posiblemente, de los primeros años del
siglo XVII, cuando se remodeló y abrió modernamente la Carrera Del Darro.
También se hizo un aljibe en el extremo más oriental de la crujía externa
norte. Pero las transformaciones más importantes se produjeron a principios del
siglo XX las cuales produjeron la mutilación parcial de la casa. Con la última
restauración realizada entre 1983 y 1987 se ha recuperado un importante ejemplo
de arquitectura doméstica nazarí.
Esta
vivienda ejemplo de la arquitectura doméstica no es visitable ya que se
trata de una edificación de uso residencial cuyos moradores han sabido
compaginar la conservación de la tipología propia de la casa árabe con las
necesidades actuales de una vivienda residencial. Además posee el valor añadido
de mantener el uso para la que fue concebida.
Aunque
no se pueda acceder a su interior se recomienda pasear por la Carrera del Darro
y adentrarse en la Cuesta de Santa Inés a la altura del primer puente (Puente
Cabrera) en el callejón del Cobertizo de
Santa Inés y apreciar la primitiva fachada de la casa así como el famoso cobertizo
que da nombre a la calle.
Cobertizo de Santa Inés, con farol granadino |
Interior, patio con columnas |
Enfrente del cobertizo está el Hotel Palacio de Santa Inés, del siglo XVI. En la Cuesta de Santa Inés nº 9. Llamado así por estar cerca del palacio de Santa Inés.
El
hotel está formado por 2 edificios mudéjares y alberga un salón con un techo
auténtico de estilo mudéjar construido en 1512. La decoración del patio es
exquisita e incluye un pilar, azulejos ornamentados y frescos renacentistas
originales.
Edificio múdejar del siglo XVI en su interior tiene
un patio con su pilar, columnas y
alicatados. En este espacio se conservan también los frescos renacentistas de
Alejandro Mayner y Giulio Romano, discípulos de Rafael.
El Palacio de Santa Inés, o la
casa del Padre Eterno, es uno de los principales quinientas casas en el libro
"La arquitectura mudéjar de Granada" del Prof. Ignacio Henares
Cuéllar y Rafael López Guzmán, donde aparece la armadura de la sala principal y
hace referencia a los elementos de interés arquitectónico del palacio, lo que
demuestra el interés suscitado por el edificio entre los expertos e
historiadores, como exponente de la arquitectura civil de la época.
Hotel Palacio de Santa Inés, al fondo se ve el Palacio de Santa Inés |
Patio con pilar y frescos renacentistas |
Subiendo
la cuesta está el Palacio de Santa Inés una casa nobiliaria del siglo
XVI, donde se encuentra la Fundación Albaicín, depende del Ayuntamiento y desde su creación en 1998 ha
velado por la protección, conservación y difusión del patrimonio histórico del
barrio.
Es
una interesante casa señorial con patio
porticado. La portada es adintelada, con pilastras en el primer cuerpo y
balcón con motivos heráldicos cubierto por un alero saliente como solía suceder
en casas de este tipo.
El
balcón rematado por frontón partido y en su tímpano el escudo de la familia. La
heráldica también se muestra en las alargadas pilastras que enmarcan el vano.
Todo ello de un Barroco muy sobrio y primitivo que suele llamarse Protobarroco.
Tiene
un patio granadino de estilo renacentista rodeado por cenadores y centrado en
una fuentecita de tipo musulmán. Con columnas
de un Renacimiento primitivo.
Portada del palacio de Santa Inés |
Patio con columnas de mármol blanco |
Siguiendo la calle está la Casa Agreda, Siglo XVI. Manierismo. Mudéjar.
Cuesta de Santa Inés, 5
Suntuosa casa solariega del noble
Don Diego de Vera Agreda y Vargas, Caballero de la Orden de Santiago y y
Veinticuatro de Granada, cargo al que renunció, en 1608, al ser nombrado
Corregidor de las ciudades de Málaga y Vélez.
A
finales del siglo XIX se fundó en la Casa de Agreda, el Convento-Colegio de la
Presentación de Nuestra Señora, para enseñanza de niñas. Posteriormente la casa
fue adquirida y restaurada por el
Ayuntamiento en 1940, instalando en ella el Orfelinato o Escuela Hogar de la
Divina Infantita, regido por religiosas de esta congregación. Actualmente la
casa se encuentra sin uso.
La
fachada principal de este palacio destaca por su sensacional portada monumental
manierista, sin duda una de las más majestuosas y bellas de Granada, y una de
las mejor conservadas de dicha centuria. Sobre el dintel, un vistoso friso
acoge cruces de Santiago pintadas en rojo vivo –haciendo alusión a la orden
caballeresca–; el frontón partido acoge el gran escudo heráldico de la familia.
Tras la puerta se accede a un zaguán, en donde destaca la
presencia de un altar conmemorativo que señala el banco de piedra donde, según
la tradición, solía descansar San Juan de Dios. Unos versos se refieren al
hecho:
“Este poyo, muchas veces al Santo sirvió de cama que el que nace para
humilde sobre las piedras descansa. Caridad, benevolencia, rectitud, justicia y
gracia, dijo Juan de Dios que nunca faltaría en esta casa. En aqueste mismo
sitio el Santo pintó una espada, dando a entender que defiende al que con celo
lo llama. Aquí y por todo el orbe ¡Oh Juan! Tu virtud se ensalza. Oye propicio
esta obra, pues tanto a los pobres amas”.
Las
estancias interiores, acorde a la tipología casa-patio castellana, se organizan
en torno a un gran patio-distribuidor porticado, con columnas corintias en dos
de los lados. La elegante escalera monumental se cubre con una armadura
ochavada.
Gómez
Moreno describe la casa: "Su portada monumental es la obra más clásica y
correcta que hay en Granada, de fines del siglo XVI. Tiene cuatro columnas
dóricas y entablamento, sobre el cual se alzan otras tantas pirámides y en
medio un balcón con mutilos, cornisa y frontón partido, en cuya mitad descuella
el escudo de armas de don Diego de Agreda, caballero del hábito de Santiago y
regidor de la ciudad. Está enterrado este señor en el inmediato convento de
Sta. Inés"
Balcón superior con los escudos heráldicos |
Portada manierista con las cruces de Santiago |
Al
final de la calle hay un pilar llamado Pilar de Agreda ejemplar
sencillo de pequeño tamaño y realizado totalmente en piedra de Sierra Elvira,
plantea una pila de perfil ondulado y borde a bocel. Ocupan el frontis dos
rostros de mancebos con cabello ondulado, grandes ojos y boca abierta con
caños.
Pilar de Agreda |
Pilar de Agreda al lado del Convento de Santa Inés |
También
hay una puerta del Convento de Santa Inés, data del siglo XVI y donde
los señores de Agreda, que fueron sus
protectores, están enterrados en él.
Sobre sus cubiertas se eleva una balconada con celosías de madera, conocido
como “miradero”, propio de los conventos de clausura y recuerdo de las ventanas
de las casa hispanoárabes.
Sobre
sus cubiertas se eleva una balconada con celosías de madera, conocido como
“miradero”, propio de los conventos de clausura y recuerdo de las ventanas de
las casa hispanoárabes.
El
Convento de Santa Inés contiene dos fantásticos patios del siglo XVI, más un
tercero, adicional, construido ya en el XIX tardío (1885). El primer patio
presenta planta baja peristilada con columnata de mármol, y por encima, una
galería mudéjar adintelada, abierta en tres de sus lados mientras el cuarto –el
lado Norte– ostenta una arquería con columnas. El segundo patio, de gusto
renacentista castellano, consta de peristilo en tres de sus lados, y dos
niveles más de alzado con galerías de madera muy sencillas. Adosada a este
patio hay una capilla. En este convento también se conserva un monumento
funerario, de cierto valor escultórico, en honor del noble Señor de Agreda. El
Convento de Santa Inés fue fundado por iniciativa del licenciado Bazón, y más
tarde el Arzobispo Guerrero tramitó su adscripción a la Regla de Santa Clara.
Hoy
lo ocupan los Hermanos Obreros de María que son una Comunidad Religiosa que
dedica su actividad a la atención y apoyo a la infancia, la adolescencia y su
familia que se encuentra en situación de dificultad, ofreciendo el apoyo
profesional y espiritual necesario ante cualquier situación de necesidad, se
encargan de la Ciudad de los Niños sita en la Carretera de Málaga.
Portada del Convento de Santa Inés |
Balconada con celosías de madera |
Se llega a la calle San Juan de los Reyes y vemos la Iglesia de San Juan de los Reyes (1.520) En la calle San Juan de los Reyes es la primera en ser bendecida tras la Reconquista de Granada, en 1492 sobre la Mezquita de los Conversos. Conserva del siglo XIII un alminar almohade.
Es la primera parroquia erigida
por los Reyes Católicos tras la conquista de Granada el 2 de enero de 1492,
este templo fue construido en las primeras décadas del siglo XVI al estilo
gótico. Erigida en 1520 según un plan gótico-mudéjar, apreciable en sus
armaduras y arcos apuntados, ha experimentado muchas transformaciones a lo
largo de su historia que han provocado un casi completo expolio de su riqueza
artística. No obstante, posee un enorme valor cultural por haber sido el primer
espacio consagrado como iglesia por los Reyes Católicos, en la que hasta 1492
había sido mezquita de los conversos cristianos, y por conservar restos
notables del alminar almohade de la misma, con decoración y estructura
semejantes a la Giralda, lo que constituye un hecho excepcional en la ciudad.
El interior del templo, tiene
tres naves con cubiertas de madera y se encuentra valiosas obras como la tabla
flamenca que la reina Isabel la Católica donó a la ciudad de Granada, tras la
conquista y que fue el origen a la devoción de la Virgen de las Angustias,
patrona del a archidiócesis.
La iglesia tiene una cierta
significación artística por conservar una de las joyas arquitectónicas del arte
musulmán alzado en esta ciudad: se trata de su torre, ahora campanario,
consistente en el original alminar de la mezquita existente en el mismo solar
en el que hoy queda el templo cristiano.
Alminar construido a principios del siglo XIII, durante el periodo
de la invasión almohade en la Península Ibérica. Es el único resto conservado
de la mezquita de los Conversos (Masyid al-Taibin), demolida en 1520, época en
torno a la cual se añadiría el campanario superior para el culto católico. Es
de planta cuadrada, con rampas de subida abovedadas en torno a un machón
central, como la Giralda. Al exterior presenta en cada uno de sus cuatro
frentes un cuerpo inferior de tapial de argamasa, recuadro central con arcos
mixtilíneos y decoración romboidal de paños de sebka, y friso superior de lazo,
todo ello en ladrillo, profusamente decorado por sus cuatro caras sin repetirse
los motivos. Por su decoración y estructura es evidente el influjo del arte
almohade sevillano.
El Alminar del siglo XIII, disimulado entre la iglesia y
construcciones anejas, convertido en campanario. La planta del alminar es
cuadrada y el acceso se realiza mediante rampa que sube dando vueltas a un
machón central también cuadrado.
Portada de la Iglesia San Juan de los Reyes |
Alminar-campanario del siglo XIII |
Bajamos
por la calle placeta de la Concepción donde se encuentra el Centro Albaicín, ubicado en parte del Convento de
Santa Inés (tiene tres niveles diferentes, en torno a un patio con arcadas y
galerías interiores). El centro nació para formar a jóvenes dentro de la artesanía, la restauración y la rehabilitación del patrimonio, depende de
la Junta de Andalucía.
La
Escuela de Artesanía constituye una de las actuaciones más singulares recogidas
en el Proyecto Piloto Urbano de revitalización del centro histórico del
Albaicín, cofinanciado por la Unión Europea y gestionado por la Fundación
Patrimonio del Albaicín.
Las
obras ahora finalizadas son un paso más del convenio firmado en mayo de 1999
entre la Fundación Patrimonio del Albaicín, el Instituto Municipal de Formación
y Empleo y la Fundación Hermanos Obreros de María, propietaria del edificio,
para reutilizar el patio Este del Convento como complejo dedicado a la
formación de artesanos, lo que conlleva la dotación de una serie de
instalaciones y la adecuación del edificio a las normativas que le son de
aplicación debido a los usos que se le confieren.
El
Centro se configura alrededor de un patio rectangular central, sigue la
tipología edilicia tradicional granadina de casa-patio (entrada en zaguán, patio
con columnas y salas distribuidas alrededor del mismo). No hay que olvidar que
la puerta actual, abierta en la fachada de la placeta de la Concepción, no es
la original.
El
patio es peristilo de cinco columnas de largo por cuatro de ancho con capiteles
mudéjares. La galería está cubierta por alfarjes simples algunos con labor de
menado. La nave Norte es la mejor conservada con alfarjes dobles en sus tres
alturas, siendo el de planta primera el de más rica decoración, alternando en
su tablazón chellas y alfardones de extremos lobulados.
Existen
cuatro columnas nazaríes en los ángulos de la galería superior, que se conforma
en la actualidad con pies derechos de madera y zapatas que repiten las
encontradas en dos de sus laterales. La fachada del ala norte se formaliza con
arcos de medio punto sobre columnas mudéjares y pies derechos, zapatas y
alfarje con labor de menado en su planta segunda, quedando aún un torreón en su
esquina.
Enfrente está el Monasterio de la Concepción, se
erige sobre un conjunto
arquitectónico, que integra
armónicamente importantes palacios, casas, fuentes, huertas y jardines moriscos
preexistentes del periodo musulmán, junto a edificios propios de las
construcciones conventuales cristianas, como la original portada gótica de la
clausura o la barroca de la monumental Iglesia.
Un singularísimo patio de tradición
morisca con fuente octogonal hace las veces de claustro en torno al cual se
articulan las principales dependencias conventuales. Por todo esto es
considerado como uno de los vestigios culturales más enriquecedores del
Albaicín.
No menos importante que su
arquitectura es el importantísimo patrimonio artístico histórico y cultura que,
a lo largo de estos cinco siglos, ha atesorado esta clausuran de religiosas franciscanas.
También tiene una balconada de madera
en su torre.
Entramos en
el patio exterior pues el resto está
cerrado y tiene unas vistas espectaculares de la Alhambra, en
él hay un pilar.
Recinto del Monasterio con las dos portadas y el pila |
Portada barroca de la iglesia |
Portada gótica de la clausura |
Pilar dedicado al compositor Valentín Ruíz Aznar |
Al
lado del Centro Albaicín está la calle Carnero, que es
bastante estrecha y queda justo enfrente de la Casa Agreda.
La
casa correspondiente al número 4 de esta misma calle es un bonito edificio de
dos plantas del siglo XVII, con portada manierista de piedra y balcón metálico
cubierto con frontón partido y alero de madera típico. El inmueble fue
reacondicionado para acoger unas oficinas municipales. La Calle del Carnero, a
continuación, debe su nombre a la leyenda de un carnero mágico con los cuernos
de oro, que condujo a una pareja de amantes adúlteros hasta el escondrijo de
otro tesoro, que el marido de la mujer había ocultado de su infiel esposa como
castigo.

Volviendo a la Carrera
del Darro en el nº 23 nos encontramos con otra casa del siglo XVI hoy
convertida en el Hotel el Zaguán del Darro.
En
principio habitada por un importante hombre de la Corte (1563), el edificio fue
cedido a una Comunidad de Religiosas a finales del citado siglo y habilitado
para ello en los primeros años del siglo XVII.
El Hotel conserva de una forma excepcional los escudos en piedra tallada de la comunidad religiosa, el patio central con columnas de piedra de Sierra Elvira y mármol de Macael, junto a antiguas y labradas maderas de estilo romano y un pilar de estilo renacentista se conserva en el edificio tras la reconstrucción que sufrió debido a la explosión del polvorín de San Pedro que obligaron a la remodelación de toda la Carrera de Darro a partir de la segunda mitad del siglo XVI.
El Hotel conserva de una forma excepcional los escudos en piedra tallada de la comunidad religiosa, el patio central con columnas de piedra de Sierra Elvira y mármol de Macael, junto a antiguas y labradas maderas de estilo romano y un pilar de estilo renacentista se conserva en el edificio tras la reconstrucción que sufrió debido a la explosión del polvorín de San Pedro que obligaron a la remodelación de toda la Carrera de Darro a partir de la segunda mitad del siglo XVI.
El patio está catalogado por la UNESCO.
Portada del Hotel Patio interior con pilar renacentista
A
su lado en el nº 25 está el Hotel Shine Albaycín, es un palacete
del siglo XVI con fachada policromada, aquí también se utilizan los trampantojos.
En el interior tiene una galería de madera oscura y tres plantas, en el patio hay columnas de mármol por todo el perímetro con cabezales de madera labrada y en el centro del patio, una fuente moderna.
Enfrente está Puente Espinosa que comunica el barrio del Albaicín con el
barrio de la Churra situado en ladera de la colina de la Sabika a los mismos
pies de la Torre de la Vela de la Alhambra.
Se cree que este puente es de
época cristiana tardía (siglo XVII) aproximadamente, aunque se tiene constancia
de que el barrio de la Churra ya existía en el periodo islámico concretamente
se funda en la época nazarí (Rabad al-Yurra)
Si se visita el Albaicín conviene
detenerse en este puente y cruzarlo hacia el barrio de la Churra para observar
la magnífica visual que se aprecia de la línea de fachadas de casas señoriales
de la margen derecha del río. Al mismo tiempo resulta de sumo interés
adentrarse en el pequeño barrio de la Churra y subir hasta su cota más alta
donde el espectador podrá apreciar una vista imponente y poco frecuente del
barrio del Albaicín.


Casa de los Condes de
Arco del siglo XVI,
en la actualidad acoge el Centro de Documentación Musical de Andalucía
que es un organismo creado en 1987 por la Consejería de Cultura de la Junta de
Andalucía con el fin de recuperar, custodiar, catalogar, clasificar y difundir
el patrimonio musical creado o relacionado con Andalucía en todas sus formas.
La Casa de los Condes de Arco, no
se sabe la fecha exacta de su construcción, pero por sus características parece
ser una obra de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII.
La fachada se estructura en un
cuerpo bajo, dos superiores y torreón en el lateral derecho. En el cuerpo bajo
se abren, además de la portada adintelada enmarcada por pilastras y desplazada
del centro de la fachada, cuatro ventanas enmarcadas por amplias molduras. El
primer piso tiene balcones rematados por frontones triangulares, cuyos tímpanos
albergan elementos decorativos de cerámica vidriada, excepto el correspondiente
a la portada cuyo frontón aparece partido para acoger al escudo de la familia
Carvajal. Los vanos que se abren en el último cuerpo alternan balcones y
ventanas, enmarcadas por molduras y separadas por otras en paneles con
incrustaciones en cerámica vidriada. Se remata la fachada con gran alero de
canecillo.
La casa ha sido durante mucho
tiempo casa de vecinos y se abordó su restauración por la Junta de Andalucía en
1985, permaneciendo su auténtica fachada oculta tras varias capas de pintura
plástica hasta 1997, fecha en la que recupera su verdadero aspecto, ladrillo
veneciano pintado a mano, lo que la sitúa, como la única fachada granadina con
estilo renacentista tardío.
En el interior tiene un pilar en
el zaguán de la entrada y al subir las escaleras nos encontramos con un patio
con otro pilar mucho más recargado, una fuente en el centro y el suelo
empedrado haciendo dibujos de granadas a cada lado, las columnas son blancas en
todo el perímetro del patio. Subimos
a otra planta y en esta galería, de madera oscura, hay un bargueño.
Casa de los Condes de Arco |
Pilar con escudo heráldico |
Al lado está El Bañuelo, o baño árabe, de época zirí, siglo XI.
En la Granada musulmana, este
edificio era el ḥammān del barrio de los Axares, conocido como baño del Nogal.
En otras épocas fue también conocido como Baño de Palacios y Baño de la Puerta
de Guadix.
Está situado junto al río Darro,
frente al Puente del Cadí. Se accede a él a través de un pequeño patio con
alberca. El edificio responde al prototipo de baño musulmán de uso público. La
sala principal dispone de arquería en tres de sus lados, con arcos de
herradura. Las columnas sobre las que descargan los arcos, tienen capiteles
romanos, visigodos y califales, reutilizados de edificios más antiguos,
derruidos, cuenta, además, con otras dos salas cubiertas, detrás de la
principal, siguiendo el esquema típico de aguas de las termas romanas
(fría-templada-caliente). El suelo de la sala caliente tiene el típico
hipocausto inferior para la circulación del tiro del horno que calentaba el
suelo y las paredes. Se conserva en un relativo buen estado gracias a su sólida
construcción de dura argamasa de cal.
Al fondo del edificio existe una
sala, hoy sin cubierta, que contuvo, en su momento, las calderas. Todas las
salas tienen lumbreras octogonales o en forma de estrella para facilitar la
iluminación y ventilación.

Entrada de El Bañuelo Una de las salas de El Bañuelo y las lumbreras estrelladas
Entrada de El Bañuelo Una de las salas de El Bañuelo y las lumbreras estrelladas
Convento de Santa Catalina de Zafra
de religiosas dominicas fundado en
1520 por la viuda de quien fuera Secretario de los Reyes Católicos, Hernando de
Zafra, integrando para su construcción varias casas moriscas que fueron donadas
a éste por los Reyes Católicos.
Articulado en torno a varios patios, el principal de ellos, del siglo XVI, es el más destacado por la fusión de elementos decorativos hispanomusulmanes y cristianos.
Articulado en torno a varios patios, el principal de ellos, del siglo XVI, es el más destacado por la fusión de elementos decorativos hispanomusulmanes y cristianos.
Desde el
exterior la vista del convento resulta muy agradable por el dinamismo que
imprimen los pequeños huecos de las ventanas sobre el paramento blanco; la
torre resulta sumamente ligera, casi perforada por los arcos de medio punto y
engalanada con un bello ajimez de celosía en uno de los laterales.
Su iglesia, de
estilo mudéjar y muy reformada tras el incendio que sufrió en 1678, acoge una
interesante decoración barroca, conserva importantes obras de arte de Risueño,
Mora, Bocanegra y Alonso y Pedro de Mena, así como una fuente árabe convertida
en pila bautismal.
La portada es
renacentista y recuerda bastante el estilo de Diego de Siloé; está coronada con
una imagen de Santa Catalina de Siena y los escudos de Hernando de Zafra y
Leonor de Torres, los fundadores, a ambos lados.
Convento de Santa Catalina de Zafra |
Portada renacentista del siglo XVI |
Al lado está la calle Zafra donde se encuentra la Casa de
Hernando de Zafra.
Hernando de Zafra era el secretario de los Reyes Católicos, tras recibir en donación tras la reconquista unas casas musulmanas, las destinó a convento de Santa Catalina de Zafra, mientras que para residencia propia construyó esta casa señorial a pocos metros de distancia de las mismas. Consta el edificio de un torreón de esquina rematado por mirador con arcos carpaneles cubierto por armadura mudéjar. Al pie del mismo se abre la portada, mezcla de Gótico y Plateresco, pues conjuga un arco conopial y verticales columnillas de factura goticista con la decoración plateresca del renacimiento español. En su interior conserva un interesante patio con cenadores cuyos soportes consisten en columnas de mármol con capiteles cúbicos.
Hernando de Zafra era el secretario de los Reyes Católicos, tras recibir en donación tras la reconquista unas casas musulmanas, las destinó a convento de Santa Catalina de Zafra, mientras que para residencia propia construyó esta casa señorial a pocos metros de distancia de las mismas. Consta el edificio de un torreón de esquina rematado por mirador con arcos carpaneles cubierto por armadura mudéjar. Al pie del mismo se abre la portada, mezcla de Gótico y Plateresco, pues conjuga un arco conopial y verticales columnillas de factura goticista con la decoración plateresca del renacimiento español. En su interior conserva un interesante patio con cenadores cuyos soportes consisten en columnas de mármol con capiteles cúbicos.
La portada con arco conopial,
enmarcada por columnillas que recuerdan a los baquetones góticos por lo
estilizado de su traza. Los elementos decorativos corresponden al estilo
Plateresco, el Renacimiento español, por ejemplo los capiteles, los motivos
vegetales, los salvajes tenantes del escudo.
Casa con torreón |
La portada con arco conopial y escudos a ambos lados |
De nuevo
en la Carrera del Darro está el Puente del Cadí
o antigua Puerta de los Tableros, los restos del tradicionalmente llamado
puente del Cadí pertenecen en realidad a la antigua Puerta de los Tableros,
límite oriental de la ciudad durante la taifa zirí, que cerraba mediante
compuertas el río Darro y que debido al crecimiento y posterior cercado del
arrabal de los Axares, aguas arriba, quedaría intramuros a partir del siglo
XIII.
Esta
puerta era, asimismo, el punto final de la coracha de aprovisionamiento de agua
de la Alcazaba Qadima del Albaicín. Se
conservan en pie el arranque del arco del estribo meridional de la puerta, así
como un hueco tapiado y una torre poligonal de refuerzo que, al parecer,
formaban parte de otra coracha que enlazaba con la Alcazaba de la Alhambra.

Seguimos y nos encontramos con La
Casa de Castril, recibe su nombre del título de Señorío de Castril,
que recibió el secretario de los Reyes Católicos, Hernando de Zafra. Esta casa
palaciega la mandó construir un nieto de éste en 1539. Hoy Museo Arqueológico.
La Casa de Castril es uno de los
mejores ejemplos de palacios renacentistas de Granada y perteneció a la familia
de Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos que participó
activamente en la reconquista de la ciudad a los musulmanes y en sus
Capitulaciones. En lo alto de la fachada está grabada la fecha de su
construcción: 1539. Esta obra ha sido atribuida a Sebastián de Alcántara, uno
de los más destacados discípulos de Diego de Siloé. En 1917 se adquirió la Casa
del Castril a los herederos del insigne arabista Leopoldo Eguílaz y Yanguas
para ubicar definitivamente el citado Museo.
La Casa de Castril, toma el
nombre del Señorío de Castril concedido por los Reyes Católicos a su
Secretario, Hernando de Zafra. Fue construida en 1539 por su nieto, tras pedir
autorización al emperador Carlos V para fundar un mayorazgo con la villa de
Castril y otras posesiones, de acuerdo con el testamento de su abuelo.
La Casa de Castril se desarrolla
en torno a un patio cuadrangular y un jardín en la parte posterior con
dependencias para la servidumbre. La estructura de la Casa de Castril responde
a las características de las casas cristianas de esa época, s. XVI.
Lo más sobresaliente del edificio
es su portada que, desplazada del centro de la fachada, presenta tres niveles.
En la clave del dintel de la puerta está representada la Torre de Comares,
blasón que los Reyes Católicos concedieron a su secretario por su intervención
en las Capitulaciones de Granada y por haber ido secretamente a dicha torre
para que la firmara Boabdil. Corona la portada un friso con monstruos y figuras
humanas, y una cartela donde se lee la fecha de 1539.
Además, sobre el edificio recae
una vieja leyenda, de cuando era habitado en época árabe, la cual se refiere a
una misteriosa dama de blanco que se aparece de vez en cuando, fruto de un
desencuentro entre el padre de una bella muchacha que habitaba el edificio y su
supuesto amante, que desencadenaron la furia del padre y posteriormente su
ahorcamiento y emparedamiento en el balcón lateral del edificio. Sobre este
Balcón ciego se puede leer una consigna que dice: "Esperando la del
cielo", lo que podría referirse a "esperando la justicia del
cielo", que probablemente tuviese relación con las palabras que el
supuesto amante pronunció antes de ser ahorcado.
A la derecha de la portada,
arriba y haciendo esquina, se encuentra un balcón, partido en dos por una
columna, y en él se lee "esperándola del cielo", cuyo significado
según las leyendas que hay sobre la misma, es que dicho lema pregona la
esperanza en la vida eterna de quien viva temporalmente en esta casa.
Fachada Casa de Castril |
Detalle del Balcón ciego |
En 1892 era propiedad del
catedrático Leopoldo de Eguilaz, de quien en 1923 la adquirió el Estado para
ubicar en ella el Museo Arqueológico de Granada, el Museo de Bellas Artes
(hasta su traslado al Palacio de Carlos V) y la Academia de Bellas Artes Nuestra
Señora de las Angustias (hoy en la Madraza).
La Casa de Castril es un palacio
renacentista; en ella se encuentra actualmente el Museo Arqueológico
de Granada.
El Museo Arqueológico de Granada tiene dos plantas y un bonito patio. Hay siete salas que presentan varios periodos arqueológicos.
El Museo Arqueológico de Granada tiene dos plantas y un bonito patio. Hay siete salas que presentan varios periodos arqueológicos.
El periodo paleolítico, donde
podemos comprender la economía y la vida cotidiana de los hombres de este
periodo. Los materiales de la sala intentan explicar la evolución del hombre,
su modo de vida, y el uso de herramientas de piedra.
La segunda sala presenta el paso
a una economía de producción de alimentos. En la sala tercera - la edad de
bronce de los años 1900-1200 a.c. La cuarta sala presenta la época de las
colonizaciones y el mundo ibérico, y contiene los objetos exóticos y lujosos
con que se enterraba la aristocracia fenicia.
Otras salas del Museo
Arqueológico de Granada representan la cultura romana y árabe: lámparas de
bronce, armas, jarrones, urnas cinerarias, pequeños bronces de uso cotidiano,
sarcófagos y cerámicas.
Su colección de la Prehistoria abarca desde el
Paleolítico Inferior hasta la Edad de Bronce, Granada y sus pueblos,
especialmente Orce, Baza, Galera, Piñar, Cúllar Baza, han dejado un legado
prehistórico de los más relevantes de Europa. El Museo cuenta además con
importantes colecciones de Arte Romano, Visigodo, Árabe y Egipcio.

En la acera opuesta al museo
encontramos la Iglesia de San Pablo y San Pedro, es de estilos mudéjar y
renacentista, del siglo XVI, Se encuentra en la vía "Carrera del
Darro", frente a la Casa de Castril, junto al río Darro y a los pies de La
Alhambra. Fue construida sobre una iglesia derrumbada en 1559, edificada a su
vez sobre la Mezquita de los Baños.
La portada renacentista es un magnífico ejemplar del
renacimiento andaluz de fines del siglo XVI. En ella se abre una hornacina con
las imágenes labradas en piedra de San Pedro y San Pablo, con arco de medio
punto entre pares de columnas corintias. La fachada lateral, es coronado por una estatua de
la Inmaculada Concepción. La torre, algo maciza pero aligerada por el
retranqueo del cuerpo de campanas, el saliente del alero y, sobre todo, por el
excepcional encaje en el paisaje dialoga con la entrada principal, desde donde
se puede contemplar una bella perspectiva del llamado Tajo de la Alhambra y de las
torres de la Alcazaba.En el interior los artesonados mudéjares cubren la nave central, el
crucero y de la capilla mayor. Cabe destacar la presencia del
órgano barroco, ubicado sobre el coro situado sobre la entrada del templo.
Levantada
en fecha más tardía (segunda mitad del siglo XVI) que el resto de iglesias
mudéjares del Albaicín, nos ofrece, por esta razón, el más acabado ejemplo de
fusión entre la tradición constructiva mudéjar, apreciable en las armaduras que
cubren su única y amplia nave central, así como el crucero y la mayoría de las
capillas, y los nuevos postulados renacentistas, especialmente visibles en sus
dos portadas exteriores, todo ello magnificado por su privilegiado
emplazamiento a los pies de la Alhambra.
En la
fachada principal está la torre y la portada principal formada por un arco
semicircular, flanqueado por dos pares de columnas corintias, sobre el que se
desarrolla un entablamento con friso y frontón curvo, además de un segundo
cuerpo con una hornacina triangular para las imágenes de los santos titulares.
La fachada está precedida por una pequeña plaza irregular, cerrada por una reja
y en cuyo centro se sitúa una cruz de piedra sobre un pedestal. Este espacio
también se incluye en la delimitación del monumento.
La
fachada lateral de 1567 consta de un arco de medio punto flanqueado por
columnas corintias y una hornacina de arco semicircular con la imagen en piedra
de la Inmaculada Concepción. En esta pared hay un mosaico de la Virgen del
Rocío.

Iglesia de San Pedro y San Pablo Portada principal renacentista Portada lateral de 1567
Iglesia de San Pedro y San Pablo Portada principal renacentista Portada lateral de 1567
Enfrente de la portada lateral de la iglesia está la calle Gloria y por ella se llega a una
pequeña plaza donde hay una escultura,en bronce, erigida en memoria del pintor inglés George Owen Wynne Apperley (Ventnor, Isla de Wight, Inglaterra, 1884 – Tánger, 1960), que residió en el Albaicín y cuyos rincones retrató con especial interés y dedicación. En él se colocó una copia en bronce de la pequeña estatua del pintor modelada por Benlliure en 1944 y que fue donada por la familia Apperley.
Detrás de la escultura hay un pilón.
Detrás de la escultura hay un pilón.
Monumento al pintor Apperley, 2007 |
Volviendo a la Carrera del Darro, enfrente de la fachada lateral de la iglesia está el Convento de San Bernardo de estilo neoclásico. Aunque se construyó en el siglo XIX, su fundación se remonta al siglo XVII, momento de máximo apogeo de construcción de conventos en la ciudad. La austeridad de la Orden del Cister se unen a los planteamientos nacionalistas del neoclasicismo, que se aplican sobre la tipología conventual del barroco granadino: claustro central cuadrado, iglesia de nave única con coros alto y bajo, y capilla mayor con cúpula semiesférica.
Del año 1682, tal como reza un
mosaico que corona la puerta. Son de la orden Cisterciense y en 1695 se
trasladaron definitivamente a la casa propiedad de Dña. María de la Torre Esparza,
en la carrera del Darro adaptando el edificio a las exigencias de un monasterio
funcional y adosándole un templo espacioso. Aquí permanece desde entonces la
comunidad, si bien la portería del Monasterio está en la Calle Gloria Nº 2,
perpendicular a la fachada principal.

En el nº 51 se encuentra la Casa del Monte de Piedad de Santa Rita de
Casia con una magnífica y vieja portada lateral del siglo XVIII, de
una de las antiguas capillas del edificio, donde tuvo sus primeras dependencias
el primitivo Monte de Piedad de Santa Rita de Casia, fundado en Granada en
1740, a semejanza del impulsado en Madrid por el Padre Piquer.
Aquel Monte de Piedad nació fruto
de las exigencias de su tiempo. Cortes Peña y Bernard Vicent, aludiendo a la
época, subrayan que la ciudad, “como el resto de las andaluzas, presentaba una
total ausencia de entidades bancarias o crediticias, que apoyasen las
necesarias inversiones para un desarrollo de la economía armónico y con
perspectivas de futuro”.
En tal momento, el agustino
calzado Isidro Antonio Sánchez Jiménez, fervoroso devoto de Santa Rita de
Casia, a cuyo culto había ya creado una congregación, puso en marcha un Monte
de Piedad, que obviamente colocó bajo la advocación de la santa, abogada de los
imposibles, no sólo con el propósito de propagar su devoción, entre otras
motivaciones religiosas, sino también para “aliviar a los pobres en sus
necesidades proporcionándoles un mecanismo de empeño de sus objetos que les
librase de las garras de los usureros”, finalidad ésta muy acorde con el estado
de extrema necesidad a que había llegado buena parte de la población .
La marcha del recién fundado
organismo de crédito fue tan próspera, que 25 años después de su fundación ya
veía pequeñas sus primeras instalaciones y, para mejorarlas y adecuarlas,
acometía las obras de adaptación del edificio adquirido en la carrera del Darro
en 1765. Dos años más tarde el flamante Monte de Piedad de Santa Rita de Casia,
de Granada, estrenaba casa propia y en ella permanecería hasta que en 1866
desapareció, con escándalo y acusaciones de estafa incluidos, dando paso a la
primera Caja de Ahorros.
Gallego Burín en su Guía, define
este edificio como “flanqueado por dos torres, teniendo bajo estas, en la
planta inferior, portadas de piedra de Sierra Elvira, una de las cuales daba
acceso a un oratorio –ya desaparecido- dedicado a Santa Rita”
El edificio de estilo barroco de dos plantas, del siglo
XVIII (con reformas añadidas en el siglo XX). En él destacan dos grandes torres
laterales con nobles portadas de piedra gris de Sierra Elvira, y hornacinas con
estatuillas hagiográficas. Una de sus puertas corresponde a una antigua capilla
de Santa Rita da Casia. El inmueble está coronado, en su parte central
superior, por un gran escudo heráldico.

Dentro del proyecto de ordenación
de este espacio de la ciudad barroca, se inserta la construcción de la Casa de
las Chirimías, arquitectura edilicia consistente en una torre-mirador hecha con
fábrica de ladrillo, planta cuadrada y originariamente exenta en sus cuatro
frentes. Con posterioridad, se le adosó una edificación medianera por el frente
inferior que miraba hacia la Carrera del Darro.
La Casa de las Chirimías se
construyó con el fin de albergar los días de fiesta al Cabildo de la Ciudad,
que presidía y contemplaba desde sus ventanas y balcones los diversos festejos
y celebraciones organizados en el paseo. Con tal objeto, su alzado de tres
pisos se abre al exterior mediante dos vanos en cada uno de sus frentes:
ventanas de arco rebajado en el piso bajo, donde se instalaban los aguaciles y
ministriles; balcones adintelados en el primero, para uso del corregidor,
alcaldes y caballeros veinticuatro; y balcones de arco de medio punto en el
segundo, ocupado por los músicos que amenizaban con trompetas y chirimías los
juegos de cañas y toros. De este instrumento musical procede el nombre del
edificio.
En el frente del piso superior
que mira al paseo se colocó entre las enjutas de los arcos, y como construcción
promovida por el Cabildo, el escudo de la ciudad, flanqueado en las esquinas por
relieves de granadas. En el resto de frentes aparece decoración de cerámicas
circulares. Por su parte, el sencillo interior se articula en torno a la caja
de escalera.
La fachada más
visible es la que mira hacia el Paseo de los Tristes, si bien la principal, y
donde se sitúa la puerta de entrada, es la de Carrera del Darro. La tercera
fachada exenta es la situada en el lado norte, de cara al río Darro y a la
Alhambra. La fachada más occidental es la que actualmente cumple funciones de
medianera.
La fachada
principal se resuelve mediante huecos regulares simétricamente dispuestos. En
planta baja se encuentran la puerta de entrada y una ventana con formas de
arcos de medio punto. La primera planta presenta dos balcones adintelados,
simétricos, con barandilla metálica. La segunda planta, en los cuatro frentes
de fachada, cumplía funciones de mirador por lo que los balcones actuales son
el resultado del cegamiento de las primitivas arquerías de medio punto. Las
enjutas de esta segunda altura en la fachada de Carrera del Darro se decoran
con volutas semicirculares cromadas en tonos verdes y recercados por molduras.
La cubierta, que
apoya sobre entablamento, es de madera a cuatro aguas, con teja árabe; las
aristas se decoran con teja esmaltada que alterna el blanco y el verde.
Ahora, ha sido restaurado y es la
sede de la Asociación Histórica y
Cultural de Granada.
En el siglo XVIII, la Casa de las
Chirimías ya había perdido su primitiva función edilicia.
Casa de los Chirimías con la Alhambra al fondo |
Casa de los Chirimías |
Junto a esta se
encuentra el Puente de las Chirimías, cruzando el puente nos encontramos con una verja donde se puede leer
que ahí están el Carmen de Santa Engracia y los jardines del Carmen del
Granadillo, ambas cosas en total abandono.
Puente de las Chirimías o del Monte de Piedad. Pequeño puente de un arco de medio punto enclavado en el Paseo de los Tristes, y junto a la Casa de las Chirimías, de la que toma el nombre.
Puente de las Chirimías o del Monte de Piedad. Pequeño puente de un arco de medio punto enclavado en el Paseo de los Tristes, y junto a la Casa de las Chirimías, de la que toma el nombre.
Es obra moderna de ladrillo y
mampuesto, realizada en 1882 sobre el antiguo puente árabe. Junto al puente, en
cuyas inmediaciones se ubicó la desaparecida puerta de Guadix, se conservan
restos de la muralla islámica del barrio de los Axares. Su ubicación junto al
Paseo de los Tristes, con vistas excelentes hacia la Alhambra, contribuye a
perpetuar la imagen romántica que el transcurso del Darro por la ciudad ha
otorgado a Granada.
Del Carmen de Santa
Engracia conocido como “Hotel Reúma” construido en 1915, primero fue
un hospital y más tarde un hotel pero estuvo abierto un par de años, su
propietario lo tuvo que cerrar por no tener en cuenta que la cercanía del río
sería dañina para los huesos de sus alojados.

Aquí se llega al
final de la Carrera del Darro y el inicio del paseo del Padre Manjón. Ahora los
monumentos se levantan en el margen derecho y es la
Alhambra. La que se llamara en un
día Carrera de la Puerta de Guadix es probablemente la calle más bella del mundo.
Paseo del Padre Manjón,
como reza un mosaico en la pared y por
lo que hay un busto del mismo,
pero la gente lo conoce como Paseo de los Tristes, llamado
así por ser este el trayecto de los sepelios hasta el cementerio. Además de
este significativo nombre, el paseo de los Tristes ha recibido también otros
desde la antigüedad, como los de Paseo de la Puerta de Guadix Baja y Paseo del
Hospital de África.
Cuando en 1801 se creó el
Cementerio Municipal de Granada en la colina de la Sabica, siendo el segundo
más antiguo de España, en el Paseo de los Tristes terminaban antiguamente los
entierros en Granada y se despedía el cortejo en este lugar, en el que era un
signo de distinción social saber cuántos "veleros" iban, que eran
hombres que se situaban en la cercana iglesia de Santa Ana, en Plaza Nueva, a
la espera de ser contratados para portar una vela encendida en la comitiva
fúnebre que iría por la Carrera del Darro en silencio. Por la Cuesta del Rey
Chico, también llamada Cuesta de los Chinos, los hombres subían al muerto a
lomos de una mula hasta el Cementerio Municipal, rodeando las murallas y torres
de la Alhambra, y es por ello que a esta cuesta también se la conoce en Granada
como la Cuesta de los Muertos.
Durante los siglos XVI y XVIII,
fue lugar de importantes festejos ciudadanos, espíritu que ha conservado hasta
nuestros días, habiendo sido escenario durante muchísimos años de los
festivales celebrados durante las fiestas del Corpus Christi.
Precisamente fue la bonanza de su
clima y la maravilla de su entorno, el que lo hizo preferido por la ciudadanía
para la celebración de numerosas tardes de toros y cañas, para lo que daba en
cubrirse el río con un complicado andamiaje, desde donde el público observaba
los espectáculos, siendo esto también motivo para que se reordenaran
urbanísticamente la plaza, en 1609, sobre terrenos cedidos por los Señores de
Castril. Fruto de esta remodelación urbana fue el ensanche del paseo de los
Tristes realizado por el consistorio eliminando el terraplén que descendía
hasta el río, la colocación del pretil y la construcción de la bella fuente que
preside desde su centro el paseo.
En este paseo también hay una
fuente que no es la original. La plaza y la fuente original se construyeron en
1609.
El Padre Manjón fundó, en 1889,
la primera Escuela del Ave María en
un carmen de Granada. En ella impartió la enseñanza gratuita a los hijos de
pobres familias gitanas con el fin de regenerarlos e integrarlos en la
sociedad.
|
Fuente del Paseo de los Tristes |
Busto del Padre Manjón |
Desde este paseo hacia el Albaicín van varias calles y en ellas se encuentran algunas casas moriscas como la de la calle Horno del Oro y la de la Cuesta de la Victoria.
Morisco es el nombre que se les da a los musulmanes que
permanecieron en Granada, después de la conquista de la ciudad por los Reyes
Católicos. Los artesanos "moriscos" construyeron unas casas
utilizando ornamentos y materiales ya tradicionales en su arquitectura (yeserías,
arcos, artesonados) y otros elementos, góticos y renacentistas, que empezaban a
llegar de otras partes de Europa.
Se le llaman Casas moriscas
a las casas construidas o reformadas por los moriscos de Granada en el siglo
XVI. Estas casas mantuvieron las características básicas de la arquitectura
residencial nazarí de los siglos XIII-XV: distribución alrededor de un patio,
fachadas con ausencia de decoración y vanos, exceptuando la puerta de entrada,
y sistema de acceso en recodo para garantizar la intimidad. Aunque la mayoría
contaba con dos plantas, el patio era el centro de la vida familiar, que se
desarrollaba fundamentalmente en la planta baja, donde también había un zaguán,
una letrina y una pequeña cocina.
Al principio del periodo nazarí
la planta alta tuvo un papel secundario, pero en la etapa morisca se produjo
casi siempre una igualdad entre ambos niveles, que repetían la misma
disposición. Ello implicó el incremento del número de galerías para facilitar
el acceso a las habitaciones superiores. En los elementos tallados en madera de
estas galerías es donde más se nota la aparición de motivos decorativos de la
cultura cristiano-occidental, góticos al principio y renacentistas después,
combinados con los de tradición islámica como son los mocárabes.
En el barrio del Albaicín,
incluido en la Lista del Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1994, existen
todavía más de ochenta de estas casas, que constituyen un conjunto de gran
valor arquitectónico e histórico, aunque muchas todavía presentan un estado
precario de conservación.
La iniciativa privada ha
promovido la mayor parte de las intervenciones, contando algunas veces con
pequeñas ayudas de las instituciones públicas. Todas las casas son de propiedad
particular, salvo una perteneciente al Patrimonio del Estado y otras dos
ubicadas dentro de conventos de monjas.
Aproximadamente la mitad de
dichas viviendas han sido rehabilitadas en las tres últimas décadas, salvo la
Casa del Chapiz, restaurada en 1932 para albergar la Escuela de Estudios
Árabes.
Los usos a los que se destinan
las casas rehabilitadas son los siguientes: 23 son viviendas unifamiliares, 11
son viviendas plurifamiliares, 3 tienen uso hotelero, 2 están integradas en
conventos de monjas y 1 es un centro de investigación.
El uso unifamiliar permite
recuperar el patio como centro de la vida con toda su intensidad, al menos
durante los meses de junio a septiembre. El tamaño de las casas admite también
en algunos casos realizar un uso estacional de las salas principales, dadas las
considerables diferencias de temperatura entre las plantas baja y alta.
El uso plurifamiliar que
mantienen muchas de ellas, probablemente tenga su origen al final del siglo
XIX, cuando se produjo la demolición de un número elevado de viviendas modestas
en la Gran Vía de Colón. Gran parte de sus habitantes tuvieron que trasladarse
al Albaicín y esta demanda provocó la subdivisión de muchas de ellas, para
alojar varias familias en condiciones de hacinamiento. Con objeto de aumentar
la superficie se cerraron las galerías y también parte de los pórticos, en los
que se instalaron cocinas y aseos.
Casa Morisca Horno del Oro,
Monumento Nacional del siglo XV. Nazarí. Mudéjar
A la izquierda del Paseo de los
Tristes, frente a la Alhambra, se extiende el antiguo barrio residencial
musulmán de Axares - Rabad Haxariz-, de la Salud o del Deleite, llamado así por
sus buenas condiciones climáticas y la belleza de sus casas, elogiado en las
poesías árabes por sus jardines y fuentes que animaban las casas de sus
habitantes, caballeros y principales de la Ciudad. Comprendía desde el puente
del Cadí, que fuera unión de la Alhambra y el Albaicín, hasta la puerta de
Guadix alta en la Cuesta del Chapiz y estaba protegido por una muralla que
enlazaba con esta puerta, desde el mencionado puente. Entre sus calles aún se
pueden apreciar diversos restos árabes, siendo el monumento más significativo
la Casa Morisca, ubicada en la calle Horno del Oro nº 14.
Sus características tipológicas y
los elementos nazaríes tales como columnas y canecillos del alero parecen
indicar que se trata de un palacete nazarí construido en siglo XV al que se
añadió la planta alta en el período morisco.
Su fachada exterior es sencilla y
acorde con el carácter intimista de la vida musulmana. Aunque en la actualidad
presenta dos puertas, la primitiva debió ser la adintelada, que permitía
acceder al patio por un zaguán en recodo, construyéndose posteriormente y en
época morisca, la otra puerta, con arco apuntado de ladrillo, enmarcado por
alfiz, que da directamente al patio. Se remata la fachada con alero sobre
canes, con decoración tallada en los costados.
Un patio rectangular con alberca
centra y ordena el edificio, un rasgo típico en la organización de la casa
palacial nazarí, y en torno a él galerías, con frentes porticados en sus lados
menores de tres arcos angrelados sobre columnas nazaríes que dan entrada a
salas rectangulares con alcobas laterales, cubiertas con alfarje –techo
horizontal de madera- presentando sus vanos de acceso tacas en las jambas y
ventanillas en la parte superior.
En el cenador meridional se abre
la escalera, pero hasta el siglo XIX en este lugar había una alacena con
estantes, enmarcada por un arco gallonado con atauriques en las albanegas. La
primitiva puerta de entrada a la escalera se situaría al lado, en el muro que
la separa del patio.
La planta superior se abre al
patio por medio de galerías adinteladas, con balaustrada de madera y cubiertas
de alfarje en tres de sus lados, mientras que la otra está formada por arcos
rebajados sobre pilares octogonales de ladrillo y se cubre con armadura de par-hilera.
Dos estancias aparecen en esta planta. Una de ellas conserva en la puerta el
arco angrelado y las tacas en las jambas, cubriéndose con una espléndida
armadura de limas moamares, con labor de menado en el almizate, tres pares de
tirantes sobre canes y restos de su antigua policromía. La sala del lado
opuesto es similar, aunque más pobre en la decoración de su cubierta.
El indudable valor artístico de
este palacete nazarí hizo que fuese declarado Monumento Arquitectónico
Artístico por Real Orden de 6 de julio de 1922 y considerado en la actualidad
Bien de Interés Cultural.
Es la sede la Oficina Técnica de los Festivales de Jazz
de Granada en la que se realizan diversas actividades culturales de forma
permanente: ciclos de conciertos, muestras de cine y video y exposiciones
relacionadas con el jazz y la música contemporánea.
Casa Morisca Horno del Oro del siglo XV |
Patio con alberca |
Y en la calle Cuesta de la Victoria nº 9 está el Hotel Casa Morisca, convertida en hotel en el año 2001 (en una residencia noble de
finales del siglo XV) lo vemos tan bonito que entramos para hacer unas fotos al
patio que tiene su alberca, sus galerías de madera y su pilar, todo muy típico
granadino.
Fachada Hotel Casa Morisca |
Patio con alberca |
Y volviendo al Paseo de los Tristes
que termina en el Puente de Aljibillo,
también llamado del Rey Chico o
de Ibn Rasiq, este paso de origen
islámico conecta los paseos de los Tristes y del Aljibillo. Este puente, conocido
ya por descripciones del siglo XIV, se reconstruyó en el siglo XVII.

Cruzando este puente te adentras
hacia la izquierda por el camino del Avellano donde está el Carmen de los
Chapiteles y la fuente del Avellano.
Carmen de los
Chapiteles, Construido entre el siglo XV y XVI.
Fue propiedad del Gran Capitán, Don
Gonzalo Fernández de Córdoba, pero antes debió pertenecer a un hispanomusulmán
rico. La vivienda, situada entre dos jardines, se estructura en torno a un
patio, con dos pisos de altura. Las estancias se cubren con alfarjes,
destacando la armadura ochavada de caja de escalera. Tiene unos capiteles
árabes y góticos.
El Carmen de los Chapiteles está
situado 80 metros por debajo del Generalife, residencia de Los Sultanes de La
Alhambra, con el que compartía, además del agua de La Acequia Real, la frondosa
y ubérrima Huerta Colora. Se encuentra justamente en el regazo que forma La
Sabica con el río Darro, frente al Albaicin y el Sacromonte, arropado por el
frondoso bosque de La Alhambra.
Fuente del Avellano,
fue muy importante en la vida de los granadinos en otros tiempos, no muy
lejanos, ya que desde ella, acarreaban los aguadores el agua para beber de la
mayoría de los ciudadanos, también y debido a ello, ha sido muy elogiada en
poemas y cantares.
Entre finales del siglo XIX y
principios del XX, la fuente del avellano fue el lugar de reunión del grupo
literario de la Cofradía del Avellano, fundado y presidido por el famoso
escritor e intelectual granadino Ángel Ganivet, precursor ideológico de la
Generación del 98, embajador de España en Finlandia, y prolífico autor de
libros tan logrados como Granada la bella (1896), Cartas finlandesas (1896) y
el interesante ensayo Idearium español (1898), en donde expresaba su deseos de
regeneración para la España del momento.
Desde este lugar se puede admirar
el fabuloso paisaje del barrio del Sacromonte en toda su amplitud y
profundidad. La pintoresca fuentecilla se abastece de las filtraciones
naturales que manan de las porosas tierras arcillosas de la colina –formación
geológica Alhambra–. Hoy cuenta con un pilar sencillo adosado a un aljibe de
mampostería semienterrado en la ladera. Arriba, una leyenda en piedra comenta
cómo en 1827 el XXIV Caballero Don José Martín le dio su actual aspecto,
mientras un azulejo de 1940 rememora las tertulias literarias y filosóficas
organizadas por Ganivet, durante las sesiones de su amada cofradía del
Avellano.
Fuente del Avellano |
Entorno de la Fuente del Avellano, al fondo se ve la Abadía del Sacromonte |
Y siguiendo recto desde el Puente del Aljibillo se va a la Cuesta de los Chinos o del Rey Chico, es un camino muy empinado pero precioso que conduce a la Alhambra, en época musulmana era la entrada a la Alhambra y por donde huyó Boabdil (el Rey Chico).
Casino Review | Slots & live dealer casino - drmcd
ResponderEliminarI tried playing online 청주 출장샵 casino 강릉 출장마사지 games 공주 출장안마 for free from a casino. I found a 과천 출장마사지 lot of the slot machines 전라북도 출장샵 at the casino. Rating: 2 · Review by drmcd